“No estoy acostumbrado a tanto reconocimiento. A que la gente me pare en la calle y felicite”, detalla, asombrado, el protagonista de Los exitosos Pells, la ficción líder de Telefe, en medio del festejo por el buen rating que tiene el programa. “Todo lo que me está pasando lo vivo con una gran felicidad y me sirve para poner lo mejor de mí cada día. Me siento enchastrado de felicidad”, agrega, con una copa de champán en una de sus manos y una porción de sushi en la otra. “Perdón, pero no comí nada en todo el día y estoy muerto de hambre”, se justifica, mientras con su mirada hace una radiografía de todo lo desconocido que sucede a su alrededor.
–Sos el protagonista y estás ocupando el lugar de galán, ¿cómo te sienta esa faceta?
–Muy bien, porque no tuve que forzar nada para hacer de galán. No me considero un galán clásico, pero me divierte mucho hacer mi galán.
–Cuando te contaron del proyecto, ¿te imaginaste que iba a ser este éxito de hoy?
–Uno siempre quiere hacer un éxito, de manera que cuando te toca, lo único que tenés que hacer es disfrutarlo después de todo ese tiempo, de toda una vida dedicada a este oficio. Cuando el éxito viene, se agradece y disfruta.
–Cuando se anunció a Mike Amigorena como el protagonista de una novela en el horario central de Telefe, más de uno se preguntó, ¿quién es?
–Lo que siento es que tengo mucho para dar. Y si lo que hago entretiene, es una felicidad enorme para mí.
–Hace muchos años que te dedicás a la actuación, ¿considerás que el protagónico te llegó un poco tarde?
–No, no, no. Es consecuente. El protagónico no es moco de pavo. Si no me llegó antes es porque no tenía la madurez para sostenerlo.
–¿Te imaginabas en Maipú, en tu Mendoza natal, que hoy ibas a estar rodeado de periodistas queriéndote hacer notas?
–Siempre te lo imaginás y soñás con eso. Hice el trabajo de toda una vida dedicada a esto. Aun en Maipú me ilusionaba con llegar acá. Soy el más chico de mis hermanas, y siendo varón, no me quedaba otra que jugar solo. Vivía entre árboles, hablando con gente, era un héroe que tenía una misión e iba a rescatar a alguien o les ponía voces a los soldaditos. Y acá en la novela soy también el que viene a salvar a todos. Por eso creo que todo tiene que ver con uno. Nunca te pasa nada que no tiene que ver con vos.
–Alguna vez declaraste que mientras trabajabas, en lo único en que pensabas es en cómo ibas a distraerte después del trabajo, ¿es así?
–No es nada nuevo trabajar, porque hay que sobrevivir. Trabajo, soy muy responsable en lo que hago, de manera de cuando no trabajo, me gusta no tener presión alguna. No hago nada que no quiera. Me gusta estar a la intemperie con la cabeza.
–¿Es cierto que cuando te convocaron no te dijeron que era para el protagónico?
–No es tan así. Sebastián Ortega, el productor, me dijo que tenía ganas de trabajar conmigo y me comentó una serie de personajes, a lo que le dije automáticamente que yo iba a ser Martín Pells, y así fue. Yo me definí. Este es el mayor desafío que tuve como actor.
–Tenés escenas graciosas, pero jugadas, con Diego Ramos, que hace de gay...
–Es interesante trabajar con Diego porque se ha creado entre nosotros muy buena química. La convivencia entre dos humanos, ya sea hombre o mujer, tiene que ser tolerante a la aceptación y al desapego a la misma vez.
–Pero es transgresor que en la tele se hable de la relación entre dos hombres…
–El personaje se las rebusca para no herir al otro. Y, a la vez, se pone en el lugar del otro, algo que tanto nos cuesta.
–¿Te hiciste amigo de Diego Ramos?
–La palabra amigo se forja con el tiempo. Somos muy buenos compañeros todos. Después se verá lo que pasa.
–Contanos un poco de tu vida. ¿Estás sólo?
–No, tengo muchos primos acá. Mis padres están en Mendoza, pero suelen venir. Hace quince años que vivo acá, ya estoy acostumbrado. Con mis padres hablo seguido, pero los veo de vez en cuando.
–Igual, desde ahora tu vida va a cambiar bastante...
–No voy a dejar el barrio. Sólo voy a disfrutar de todo lo que me está pasando, pero sin alejarme de lo que soy. No me arrepiento de nada de lo que hice.
–De tus gustos y de tu vida privada se sabe poco. Pero empecemos por los gustos. ¿Te preocupa tu aspecto físico?
–Me cuido y soy salvaje por momentos. Desde muy chiquito trato de respetar mi estilo en las prendas que me pongo.
–¿Y estás en pareja?
–No tengo una vida alocada. Tengo muy buenos amigos y, por otro lado, tengo amigas. (Sonríe)
–¿Pero tenés novia?
–No, no, no. No tengo tiempo ni ganas. Gran parte de lo que soy se lo debo a mis ex parejas. He tenido mujeres formadoras como persona, por suerte. He tenido pocas mujeres, pero me han encaminado.
–¿Con ninguna llegaste a convivir?
–No.
–¿Sos difícil para eso?
–Sí. Dependo de la libertad. Yo me muevo y divierto en libertad, y eso es egoísta, por momentos. Ahora no es momento de tener compromisos de ninguna índole.
FUENTE. http://www.paparazzirevista.com.ar