sábado, 2 de agosto de 2008

SE FUE DE GIRA

Murió Pérez Celis,
uno de los más importantes artistas plásticos del país.

Tenía 69 años y estaba internado en la Clínica Otamendi a raíz de una larga enfermedad. Podría ser velado en el salón principal de la sede de Boca, club del que era fanático y para el cual creó uno de los murales que decoran el estadio. Con un estilo innovador y audaz, el artista logró ser reconocido a nivel mundial.

El reconocido artista plástico Pérez Celis murió esta tarde en la Clínica Otamendi, donde se encontraba internado tras sufrir una larga enfermedad. Sus familiares estudian velarlo en el salón principal del Boca Juniors, club del que era fanático y para el cual confeccionó uno de los murales que decoran el estadio. Pérez Celis había nacido en Buenos Aires en 1939, pero vivió y trabajó también en Montevideo, Lima, Caracas, París y Nueva York. Su genio artístico era reconocido a nivel mundial y por eso se multiplicaron las exhibiciones individuales y colectivas en diferentes ciudades de Latinoamérica, Estados Unidos, Canadá, Europa y Japón. Desde chico mostró su amor por la pintura. Cuando tenía 16 años, y gracias a la familia Di Tella, realizó su primera muestra de la mano de su amigo Rafael Squirru, crítico y creador del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires.


Siempre se destacó por su audacia e innovación. Constantemente estaba experimentando otras formas del arte. A comienzos de la década del sesenta "pudo advertirse cómo sus concepciones artísticas empezaron a escapar de la bidimensión del muro en búsqueda de la tercera dimensión", señala su biografía. Actualmente sus trabajos pueden ser admirados en importantes colecciones privadas en museos nacionales e internacionales y galerías. Pero también realizó obras públicas, tales como murales y esculturas en la Universidad de Morón, Universidad de Belgrano, Mercedes Benz (Japón), estadio de Boca Juniors, Patio de Madera (Rosario) y el Edificio Fortabat. "Yo no hago una obra de arte, yo hago un cuadro. Si eso queda en el tiempo, será obra de arte o no, pero eso no lo puedo determinar yo. Nadie puede decir 'voy a hacer una obra de arte', nadie puede decir 'soy artista'. A mí me admira cuando alguien me da una tarjeta que dice: 'Fulano de Tal, artista'. Digo qué suerte que tiene él de saberlo. Es la permanencia en el tiempo lo que hará que esa obra posiblemente sea una obra de arte", dijo en uno de los últimos reportajes que le hizo la revista Ñ. Cuando se le preguntó, en esa misma entrevista, qué tiene que tener un cuadro, respondió: "Sangre. A mí de un cuadro ya no me importa si está bien pintado, mal pintado, si es una buena idea: me importa que tenga sangre. La sangre usted la siente al margen de todo eso".

FUENTE. http://www.clarin.com / http://www.perezcelis.com/

No hay comentarios: