¡El teatro necesita chicas nuevas!”
¡Estalló el verano! ¡Y cómo! La rubia lleva sus curvas y su lengua afilada al verano marplatense, y ya les apunta los cañones a tres históricas que también estarán en La Feliz.
“Tienen su nombre, pero creo que ya no ratonean como antes”, dispara Dallys.
Se viene la gran disputa generacional, ¿quiénes están de un lado y del otro?
Bajo las huestes de Miguel Angel Cherutti surgieron muchas de las chicas que hoy forman parte del gran elenco de diosas nacionales, por llamarlo de alguna manera: Jésica Cirio, Claudia Fernández, Belén Francese, Adabel Guerrero… y siguen los nombres.Y este verano, además de tener a Celina Rucci como figura principal, la gran apuesta a nivel femenino se la disputan Vanina Escudero y… ¡la paraguaya Dallys Ferreira! Por primera vez, esta simpática y dicharachera rubia nacida en Ciudad del Este llega al verano con un nombre instalado en el saber popular.
Todo gracias a su presencia en las páginas de Paparazzi y a sus tinellezcas semanas en Patinando por un sueño 2.
“Ya estuve en otras obras, y cada temporada que pasa siento que estoy un escaloncito más arriba. El problema cuando subís tanto es que cuando mirás para abajo te mareás… Eso a mí no me va a pasar”, arranca Dallys.
–¿En el medio hay muchas chicas que se marean?
–¡Unas cuantas! Ustedes las conocen a todas… Hacen una producción de fotos y se piensan que son Madonna. Reconozco que es difícil tener los pies sobre la tierra cuando estás muy expuesto. Me pasó con Patinando, y sé que es complicado. Pero hay chicas que viven agrandadas y no existen.
–No vas a dar nombres…
–No, porque estaría haciendo lo mismo que ellas. Hago lo mío y punto. ¿Qué es lo mío? Mostrar el cuerpo, seducir… pero también pensar y divertirme haciéndome la pícara. Hoy, en este medio tan competitivo, la que sólo es linda y tonta dura dos segundos.
–¿Cuán competitivo es el ambiente de las chicas?
–¡Es de lo peor! Por suerte, me lo tomo todo con risa. Tengo a mi novio de hace muchos años, no le doy bola al qué dirán, y me esfuerzo por aprender de los que saben. Pero hay muchas chicas jóvenes que son capaces de matar para tener un poco de prensa.
–¿A qué te referís con chicas jóvenes?
–Sí, una generación nueva que está surgiendo… Como en todos los órdenes de la vida. En el teatro hay chicas jóvenes y de las otras.
–Si repasamos los elencos que van a Mardel, tengo que preguntarte por María Eugenia Ritó y Silvina Luna, ¿esas son las otras?
–Y… sí. Son chicas muy conocidas, con un nombre, pero creo que no ratonean tanto como antes. ¡Ellas mismas quisieron cambiar de perfil! ¿Ahora se arrepintieron y se ponen el conchero? ¡Ni ellas saben lo que quieren! Creo que como diosas fueron, el teatro necesita chicas nuevas.
–¿Y Celina Rucci, la cabeza de tu elenco?
–¡No, por favor! Celina no tiene comparación. Lleva muchos más años en los escenarios. Canta, actúa, baila, los tipos se mueren por ella… ¡y se consagró en Bailando por un sueño! Ahí se gana con carisma y con talento.
–¿Hay una cláusula de tu contrato que te prohíbe hablar de Celina Rucci?
–No firmé nada de eso. Igualmente, me parece bien que cada espectáculo cuide a la figura de su elenco. Y nunca nos vas a escuchar hablar mal de Miguel Angel Cherutti, Celina o Georgina Barbarossa. Del resto, puede ser… ¡Ja, ja! ¡Es un chiste!
–¿Te imaginás un verano con demasiada competencia?
–No sé. Voy en son de paz. Es más, me ofrezco a ayudar a mis colegas. A una primera vedette de un elenco que ya estrenó le daría clases de paraguayo. Es que imita a una mucama paraguaya y le sale tan mal que me dio lástima.
–La que estrenó fue Vedettísima , la obra de Carmen Barbieri, y el papel que vos decís lo hace la Ritó…
–De Carmen no puedo decir nada, porque es una número 1. Y del resto de las chicas de ese elenco mejor no hablar tanto. Ellas mismas dijeron que son producto de un casting sábana, así que…
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