El número uno de la tele regresó con todo. El primer programa de los 20 años de ShowMatch fue una verdadera fiesta, delante y detrás de las cámaras. Crónica de una noche de pura emoción, reencuentro, alegría y diversión.
La noche del lunes fue fantástica. Lo que se vio por la tele cautivó a la audiencia -con picos de 46.1 puntos de rating-, pero lo que no se vio también fue para el recuerdo.Tuve la posibilidad de vivir la fiesta en vivo, de cerca, desde adentro. Y todo fue mágico: en los camarines, los pasillos, el control y el estudio se vivió un clima de algarabía total.
Desde la tarde hasta la hora de la salida al aire, fue todo expectativa, alegría y ansiedad. Me reencontré con cada uno de los históricos humoristas. A algunos los cruzo seguido, a otros hacía años que no les veía la cara. Todos vestidos de impecable smoking, media hora antes de comenzar el programa estaban en el pasillo que los llevaría nuevamente a la gloria. Divertidos, cantando y haciendo bromas, calmaban la espera haciendo lo mejor saben: humor.
Mientras, en el camarín número uno Marcelo Tinelli se alistaba para su primer programa. Minutos antes de salir a la cancha, se dio una vuelta y saludó a todo el equipo.
La fiesta comenzaba a tomar temperatura. El equipo de producción, con el Chato Prada y Federico Hoppe a la cabeza, estaba pendiente de todos los detalles. Pasadas las 22.30hs, el Rey de la Tele y su troupe caminaron el largo pasillo rumbo al estudio mayor de Ideas del Sur.
Ya se vivía un clima especial, una energía de alegría única. Las gradas repletas de gente no paraban de aplaudir y vivar la vuelta del programa más elegido por los argentinos.En tanto, en el camarín número dos estaba desde temprano Antonio Gasalla. Pasé a saludarlo, lo vi muy tranquilo. Probó sonido en el estudio antes de que entrara todo el público y permaneció en su lugar junto a su asistente hasta las 23.53hs, momento en que se dirigió al estudio para deleitarnos con su creación de la maquilladora Olga.
La salida de Tinelli fue como una explosión. Su regreso no defraudó y su público, como desde hace veinte años, le volvió dar el sí. La aprobación fue rotunda.
El resto se vio al aire, con una factura técnica increíble, una presentación multitudinaria en vivo, Los Tangueros, Guillermo Francella, Lionel Messi, Los Taxy Boys y hasta el cierre con los divos de la canción haciendo una versión imperdible de Dale alegría a mi corazón.
Cuando terminó el programa, después de una maratón de sensaciones, llegó el tiempo de los saludas y los abrazos. La fiesta no paro. Vi un Tinelli brillante, divertido y atento a todo. Como anfitrión, saludó a los colaboradores y amigos presentes en el estudio. Se dio un tiempo para cada uno de los que allí estuvimos.
Cuando terminó el programa, después de una maratón de sensaciones, llegó el tiempo de los saludas y los abrazos. La fiesta no paro. Vi un Tinelli brillante, divertido y atento a todo. Como anfitrión, saludó a los colaboradores y amigos presentes en el estudio. Se dio un tiempo para cada uno de los que allí estuvimos.
FUENTE. http://www.diarioshow.com
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