No se necesita mucho para hablar de cine: con imágenes de archivos para ejemplificar lo que se expone y con dos cinéfilos que discuten, comparten opiniones y teorizan sobre géneros y costumbres es suficiente.
Pinti y el cine, la nueva propuesta de Canal 7 promete todo esto y lo cumple al pie de la letra.
La verborragia sin pausa de Enrique Pinti abandona esta vez el tono de protesta y denuncia con la que tiñe sus monólogos para pasar a adoptar un tinte más relacionado a los académico para hablar sobre algo que, evidentemente, lo apasiona. El humorista se pone al frente de este proyecto que desde el título ya preanuncia el camino a seguir: Pinti y el cine no es otra cosa que la visión que tiene él mismo sobre el cine nacional.
Cada episodio de Pinti y el cine aborda un género cinematográfico. En el primer programa fue la comedia, y el invitado que acompañó a Pinti en el intercambio de opiniones fue Guillermo Francella. El programa se divide en dos secciones bien marcadas que se intercalan a lo largo del envío: una parte compuesta por conceptos específicos para entender el género sostenidos con ejemplos específicos y otra en donde entra en juego el debate con el invitado.
Es importante hacer una salvedad: ni el conductor ni el invitado son catedráticos en el tema. Ambos abordan el cine desde la experiencia y la pasión, lo que no quiere decir que no sepan de qué hablan. Por el contrario, el tono con el que Pinti conduce el programa es similar al que utiliza Juan Sasturain para hablar de literatura en Ver para leer: sus fundamentos son sustentados con nombres propios, filmes de todas las épocas e imágenes de archivo que puntualmente apliquen el concepto explicado.
Además, Pinti y el cine no es un programa apuntado a los especialistas en cine o a los cinéfilos apasionados, sino que es un acercamiento del medio al público en general. El programa instruye e invita a que se consuman películas producidas en argentinas. Hablan sobre clásicos de culto, estrenos comerciales, cintas perdidas en el tiempo y, más de una vez, rescatan filmes condenados al olvido.
La nueva apuesta del 7 para los viernes a la noche nos regala a un Enrique Pinti seguro en la conducción.. Es una propuesta sencilla que sólo pretende acercar el cine nacional al público en general.
Pinti y el cine, la nueva propuesta de Canal 7 promete todo esto y lo cumple al pie de la letra.
La verborragia sin pausa de Enrique Pinti abandona esta vez el tono de protesta y denuncia con la que tiñe sus monólogos para pasar a adoptar un tinte más relacionado a los académico para hablar sobre algo que, evidentemente, lo apasiona. El humorista se pone al frente de este proyecto que desde el título ya preanuncia el camino a seguir: Pinti y el cine no es otra cosa que la visión que tiene él mismo sobre el cine nacional.
Cada episodio de Pinti y el cine aborda un género cinematográfico. En el primer programa fue la comedia, y el invitado que acompañó a Pinti en el intercambio de opiniones fue Guillermo Francella. El programa se divide en dos secciones bien marcadas que se intercalan a lo largo del envío: una parte compuesta por conceptos específicos para entender el género sostenidos con ejemplos específicos y otra en donde entra en juego el debate con el invitado.
Es importante hacer una salvedad: ni el conductor ni el invitado son catedráticos en el tema. Ambos abordan el cine desde la experiencia y la pasión, lo que no quiere decir que no sepan de qué hablan. Por el contrario, el tono con el que Pinti conduce el programa es similar al que utiliza Juan Sasturain para hablar de literatura en Ver para leer: sus fundamentos son sustentados con nombres propios, filmes de todas las épocas e imágenes de archivo que puntualmente apliquen el concepto explicado.
Además, Pinti y el cine no es un programa apuntado a los especialistas en cine o a los cinéfilos apasionados, sino que es un acercamiento del medio al público en general. El programa instruye e invita a que se consuman películas producidas en argentinas. Hablan sobre clásicos de culto, estrenos comerciales, cintas perdidas en el tiempo y, más de una vez, rescatan filmes condenados al olvido.
La nueva apuesta del 7 para los viernes a la noche nos regala a un Enrique Pinti seguro en la conducción.. Es una propuesta sencilla que sólo pretende acercar el cine nacional al público en general.
FUENTE. http://www.television.com.ar
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