Un mundo perfecto es, ni más ni menos, que el programa por el cuál Roberto Pettinato viene llorando desde hace varios meses. Es un late night show hecho y derecho, donde se respeta a rajatabla el ABC del género. Y a Petti esto es lo que le gusta.
El ciclo comenzó con el clásico monólogo donde a los chistes sobre política y actualidad se mezclaron palos a su ex canal, el 13, y humor auto-referencial hacia el medio.
Cómo si el programa fuera un molde donde las piezas encajan a la perfección sólo cuando se las pone en orden, el nuevo programa de Pettinato deja conforme a todos los que quieren ver al conductor haciendo eso que tan bien hizo durante año.
Una parte importantísima del programa cómo género o formato, es la banda musical, y Pettinato no se anduvo con chiquititas: contrató a un músico casi de culto como lo es Botafogo, que interpretó música en vivo tocando su “escopetarra”, una guitarra construida a partir de un fusil de guerra que pocos músicos en el mundo tienen.
Monólogos humorísticos y música en vivo son dos de las tres patas que tiene un late night show. La tercera es la entrevista con un invitado famosos. En el primer envío Petti llevó a Sofía Gala, una figurita difícil.
Pero ser entrevistado de un programa de este estilo no es nada fácil, ya que los invitados deben mostrar un costado gracioso e insólito, condición sine qua non para que el feedback con el conductor funcione. Sofía Gala fue una excelente partenaire de Petti en el primer programa.
El late night show es el formato con el que se hicieron populares en la televisión norteamericana Jay Leno, David Letterman o Conan O Brien. La estructura es siempre la misma: monólogo, banda musical de prestigio que toca en vivo, entrevistas desestructuradas y humor y parodia político o de actualidad. Pero si todos los late night show son en sí todos iguales, la diferencia radica en quién y cómo lo hace.
Roberto Pettinato hizo cumplió todos los items y no sólo lo hizo bien, sino que demostró que es lo que mejor sabe hacer.
Pero en todo el programa, la naturaleza misma de Pettinato lo hizo desviarse de su libreto para despuntar algunos vicios: imitó a Tato Bores como lo hizo en Duro de domar y resucitó otra versión de su Top Five que ya ha hecho hasta en la contratapa de espectáculos de Clarín.
Además, se fabricó los espacios necesarios para pegarle a Marcelo Tinelli y Nicolás Repetto, nada nuevo en su mundo.
Ya había demostrado 10 años atrás, en Orsai (TyC Sports) y Duro de acostar. Es uno de los monologuistas más graciosos de la televisión y sabe cómo hacer Un mundo perfecto.
Los trasnochadores y los que extrañaban al Pettinato solista, ahora tienen una nueva oportunidad de verlo haciendo lo que siempre le gustó hacer.
El ciclo comenzó con el clásico monólogo donde a los chistes sobre política y actualidad se mezclaron palos a su ex canal, el 13, y humor auto-referencial hacia el medio.
Cómo si el programa fuera un molde donde las piezas encajan a la perfección sólo cuando se las pone en orden, el nuevo programa de Pettinato deja conforme a todos los que quieren ver al conductor haciendo eso que tan bien hizo durante año.
Una parte importantísima del programa cómo género o formato, es la banda musical, y Pettinato no se anduvo con chiquititas: contrató a un músico casi de culto como lo es Botafogo, que interpretó música en vivo tocando su “escopetarra”, una guitarra construida a partir de un fusil de guerra que pocos músicos en el mundo tienen.
Monólogos humorísticos y música en vivo son dos de las tres patas que tiene un late night show. La tercera es la entrevista con un invitado famosos. En el primer envío Petti llevó a Sofía Gala, una figurita difícil.
Pero ser entrevistado de un programa de este estilo no es nada fácil, ya que los invitados deben mostrar un costado gracioso e insólito, condición sine qua non para que el feedback con el conductor funcione. Sofía Gala fue una excelente partenaire de Petti en el primer programa.
El late night show es el formato con el que se hicieron populares en la televisión norteamericana Jay Leno, David Letterman o Conan O Brien. La estructura es siempre la misma: monólogo, banda musical de prestigio que toca en vivo, entrevistas desestructuradas y humor y parodia político o de actualidad. Pero si todos los late night show son en sí todos iguales, la diferencia radica en quién y cómo lo hace.
Roberto Pettinato hizo cumplió todos los items y no sólo lo hizo bien, sino que demostró que es lo que mejor sabe hacer.
Pero en todo el programa, la naturaleza misma de Pettinato lo hizo desviarse de su libreto para despuntar algunos vicios: imitó a Tato Bores como lo hizo en Duro de domar y resucitó otra versión de su Top Five que ya ha hecho hasta en la contratapa de espectáculos de Clarín.
Además, se fabricó los espacios necesarios para pegarle a Marcelo Tinelli y Nicolás Repetto, nada nuevo en su mundo.
Ya había demostrado 10 años atrás, en Orsai (TyC Sports) y Duro de acostar. Es uno de los monologuistas más graciosos de la televisión y sabe cómo hacer Un mundo perfecto.
Los trasnochadores y los que extrañaban al Pettinato solista, ahora tienen una nueva oportunidad de verlo haciendo lo que siempre le gustó hacer.
FUENTE. http://www.television.com.ar
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